Coaching

El éxito del Coaching

Estuve pensando en cómo enfocar este post. Quise hablar de la historia de la psicología. De la diferencia entre psiquiatría, psicología, y coaching. Y de la evolución del pensamiento humano. Decidí que eran demasiados temas para un post.


Recordé entonces esta cita de Søren Kierkegaard que en dos frases cortas explica todo lo que yo querría decir:

“Aunque la vida sólo puede entenderse en retrospectiva, tiene que vivirse hacia delante”.

Por una vez voy a hablar desde mi experiencia personal, de cómo llegué yo al mundo del coaching.


Mis padres eran (y son) muy aficionados al crecimiento personal. De ahí que ya en la adolescencia pasara por las manos de distintos psicólogos (freudianos, jungianos y cognitistas). A mis veintipocos me conocía muy bien: entendía de dónde venían mis miedos y comportamientos. Sin embargo, la psicología no me había aportado herramientas para vivir mi vida como yo quería. Me sentía frustrada.


Fue entonces, en el año 2000, cuando me presentaron a Gotzon Cárcar, quien se definió como coach. Le planteé exactamente eso: que a pesar de “comprenderlo todo”, me sentía incapaz de cambiar y avanzar. Y de paso, le comenté que ya no creía mucho en hacer terapia. No recuerdo qué fue lo que me impulsó a concertar una cita, probablemente fue la curiosidad. Hicimos una sesión, una, que cambió mi vida por completo. O mejor dicho, que inició el cambio en mi vida.


Salí de aquel primer encuentro con la sensación de haber presenciado un espectáculo de magia, como si llevara gafas nuevas que me permitían ver mejor. Y sobre todo, que me dejaban ver más opciones que antes. Me sentí ligera, con un mundo de posibilidades por delante. Tenía ganas de avanzar, no a pesar de mis miedos y comportamientos, sino a través de ellos, aprendiendo a cada paso.


A aquella primera sesión le siguió todo un proceso coaching. Descubrí lo que era importante para mí y cómo podía plasmar mis valores en el día a día. Di nuevos significados a aquellas creencias que limitaban mis propósitos. Realicé un viaje de autodescubrimiento que me llevó a replantearme mi carrera profesional y a rediseñar mi vida personal.


Quedé tan gratamente sorprendida de la eficacia del proceso que quise saber más. Quería ser capaz de aplicar las técnicas por mi cuenta. Y así me convertí en «aprendiz de bruja», primero del propio Gotzon, más tarde de Fernando Dalgalarrondo y de otros grandes profesionales.


Estamos en el año 2010 y llevo una década estudiando “la magia”. Llevo 10 años probando cosas nuevas, adentrándome en terrenos nuevos. Por el camino, he descubierto paisajes hermosos, he conocido personas maravillosas, me he deshecho de lastres y sigo viajando. No sé si me comprendo mejor. Ya no me importa.


Reflexionando de esta manera, llego a la conclusión que el éxito del coaching reside en dos aspectos fundamentales.


Por un lado, la relación entre coach y coachee es de igual a igual (a diferencia de la relación entre médico y enfermo).


Por otro, las historias de las personas que han realizado un proceso de coaching y han conseguido sus objetivos nos confirman que si otros pueden cambiar, nosotros también podemos hacerlo.

8 comentarios en “El éxito del Coaching

  1. Hola Raul,
    Y perdón por el retraso, no había visto tu comentario hasta hoy. Tal vez sea porque el inglés es mi segunda lengua, o quizás es porque creo que las traducciones no siempre son fieles a los campos semánticos originales, yo no veo la necesidad de buscar un equivalente para la palabra Coaching en español.
    Personalmente tampoco veo ninguna confusión entre los roles del Coach y del psicólogo. En más de una ocasión he derivado a un potencial cliente a un psicólogo. Tengo muy claro cuáles son los límites de cada trabajo. El caso de Mertxe es distinto. Ella se define como «Psicocoach», ya que es una profesional que combina técnicas y enfoques propios de ambos campos.
    Estoy de acuerdo contigo que la búsqueda interior no va necesariamente ligada a una terapia. Pero insisto: el Coaching no es terapia.
    Dicho todo esto, y ya que mencionas que todavía conoces poco el Coaching, te invitaría a probarlo. No hay post que sustituya la experiencia. : )
    Un abrazo,
    Eva

  2. Hola Eva
    Tal vez debiera uno buscar una palabra en castellano para coaching, de algún modo porque una palabra es un nodo en una red semántica, neuronal y nuestra lengua materna es el español. En tu conversación con Mertxe, se ve bien como se deslinda, mas alla que es difuso, el rol del coaching del psicologo incluso yo agregaría que en general los caminos del autoconocimiento, los de la busqueda interior, las busquedas de la verdad, de uno mismo, estan fuera de la terapia y tal vez en muchos casos puede que no sean coaching, a secas, porque coincido con mertxe que la terapia es un paquete que trate de todo un poco.
    Interesante lo de coaching, aunque todavía conozco muy poco.

  3. Muy interesante este post. Había oído hablar del coaching pero sin obtener nunca una imagen precisa. Llegué aquí de casualidad y me alegro por ello.
    Un cordial saludo,
    PABLO GONZ

  4. Hola Mertxe,
    Como nota, usé la palabra «miserias» reflejando el lenguaje del comentario original, no es un término que suelo emplear. 😉

    En cuanto a la distinción que hago entre coaching y terapia, tal vez es arbtraria, aunque la propia ICF la usa:

    Coaching is forward moving and future focused. Therapy, on the other hand, deals with healing pain, dysfunction and conflict within an individual or a relationship between two or more individuals. The focus is often on resolving difficulties arising from the past which hamper an individual’s emotional functioning in the present, improving overall psychological functioning, and dealing with present life and work circumstances in more emotionally healthy ways.

    A mí me sirve para dejar claro que yo soy coach, no terapeuta. Para ubicarme y no crear falsas expectativas. (No podría tratar a una persona con adicción, por ejemplo). En tu caso, eres una psicóloga (con muchos años de experiencia) y por tanto, sí puedes ofrecer terapia. Dicho esto, me gustó mucho que te definieras como «especialista en aplicar la psicología en los procesos de coaching».

    ¿Cuándo tomamos ese café para seguir hablando? : )

  5. Hola Eva

    Es que en lo que yo no estoy de acuerdo es que la terapia sirva para resolver nuestras miserias. Una buena terapia está llena de objetivos, de cambios a realizar. Por eso quizás me cuesta ver el límite entre ambas disciplinas….

  6. Hola Mertxe,
    Muchas gracias por tu visita y por tu comentario.
    Precisamente he optado por una aproximación personal porque a mí tambén me resultaba difícil hacerlo de un modo genérico. Además, me parecía más honesta hacerlo así, precisamente porque la psicología la conozco sólo como paciente.
    Dicho esto, y como sabes, creo mucho en la terapia. El otro día, respondiendo a un comentario en el blog de Tona Pou http://tonapou.wordpress.com/ decía precisamente que «Creo que ambos procesos, el de resolver nuestras miserias (terapia) y el de conseguir objetivos (coaching) son igual de valiosos. Cada uno decide en qué orden hacerlo.»
    Seguiré pensando en el tema desde diferentes puntos de vista y si se tercia, volveré a postear sobre ello.
    Y tomemos ese té o café para seguir hablando.
    Un beso,
    Eva

  7. Interesante aproximación. De acuerdo con lo que dices, como no podría ser de otra manera ya que se trata de una experiencia personal y por tanto es así, personal e intransferible. Pero profundizar más en por qué tiene éxito, de un modo más genérico, no personalizando me sería realmente difícil. Tú has estudiado 10 años el tema y has visto casos de éxito. Yo en mi bagaje como psicóloga y coach, he visto casos de éxito en la terapia (y de fracaso) y en el coaching lo mismo. Creo que cada persona tiene su momento y su técnica mejor para cada momento. Otros motivos del éxito, provienen de esa especie de «segunda carrera» que inician muchos. Y ese es un tema para discutir ante un té o un café y no en un comentario…

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